Tras la clase de clásico, aparecimos el viernes en Plaza Universidad no sin antes estucarnos en casa de Mónica... al pisar la céntrica Plaza de la ciudad condal se instaló una melodía y una sensación: "en Laponia... hace frío... pero yo me río". Y además, vendaval en toda regla... las Hydrus sisters decidieron no bailar. Ambas incubaban un principio de resfriado, con dolor de garganta y mucosidad variable así que el resto de leonas, Mabel, Dai y Di (Silvana se ocupaba todavía de quehaceres inelidubles y todavía no ha pasado por el proceso Hunter) se subieron al escenario. A lo escrito se añadió otro handicap inesperado... la música se enganchó... a mitad de la canción y no pudieron llevar a cabo la coreo al completo. Ni corta ni perezosa tita Dai agarró el micro y pidió disculpas por lo ocurrido. Lo hizo con una de sus grandes sonrisas y mucha Paz :D
Se respiraba muy buen rollo entre los asistentes y ya se sabe lo que pasa con las energías, que contagian y, por otra parte, es curioso, escribo por boca propia pero me atrevería a decir que a todas nos pasó un poco lo mismo. A Mónica y mí sabernos impedidas el viernes para quedarnos semi en cueros y poder bailar en cogollo espiritual y a las leonas saberse en el escenario sin la presencia del resto hizo que el domingo reinara en el escenario el espíritu de tribu al vernos todas juntas allá arriba. Al acabar, unos tambores y bailoteos improvisados y un picnic en el césped cortesía de la organización. Un cafecito i cap a casa.
