Las palabras se van a quedar cortas ...

Fuimos amaneciendo en el Filferro, como los caracoles, con la casa a cuestas, casi todas teníamos tres cambios de vestuario, alguna hasta cuatro... Desayunamos, más despiertas de lo habitual. La adrenalina recorría nuestros circuitos porque sabíamos, ja ho pots ben dir Amina, que no iba a ser una actuación más. Iba a adquirir el grado de experiencia con mayúsculas. La incertidumbre de lo desconocido también hacía mella en nuestro ánimo. Ojalá se cree una buena honda, ojalá inyectemos energía positiva durante más de una hora, ojalá brillen las miradas cuando observen y ojalá afloren las sonrisas...

Al entrar en el centro cívico, dos señales. La primera es que nos adjudicaron la sala Carmen Amaya, una sala preciosa, a la que tenemos acceso muy de vez en cuando, con unas vistas al mar espectaculares y una mañana espléndida, es cierto Naida, donde el sol después de tantos días grises en la ciudad condal, se colaba a raudales por los grandes ventanales y el mar brillaba. A parte de Carmen Amaya, otro duende apareció en la sala, la segunda señal, y no sería la última, ya se sabe que no hay dos sin tres. Al abrir el aparato reproductor de música apareció un CD que tenía escrito lo siguiente "Wad Ras Entero" :O ?¿¿?¿?¿?

Ensayamos y durante el último cuarto de hora procedimos a estucarnos con nuestros sets de maquillaje. De nuevo al Filferro para tomar un tentenpié y abrazar la experiencia con la expedición completa. Las Zaghareet ya estaban allí. Sònia, nos dió la tercera señal, una paloma había hecho de las suyas en el jersey que había decidido ponerse aquella mañana. Positivizando el tema lo tradujimos como una señal de "mucha mierda" aunque ella no se quedara muy convencida ;)

Comimos y vino Naida. Cómo te has dejado liar y cuánto nos alegramos!! Nos pareciste la víctima perfecta. 1, te engañaríamos con facilidad. 2, nos serías de gran ayuda y lo harías a la perfección y 3, disfrutarías de la experiencia. Es lo que tiene ser un ser raro y que tengamos olfato para ello :D. Has sido clave para poder hilvanar la logística. No sé si eres consciente pero es así. A dos días de la actuación, te enrolaste y casi a ciegas pronunciaste un sí quiero incondicional. Gracias...

Y tras chupito de hierbas... caravana de mujeres hacia el centro penitenciario. Como no sabíamos qué nos íbamos a encontrar, llegamos 20 minutos antes de las 16 horas, hora en la que habíamos convenido llegar a Wad Ras. Un ramillete de 12 mujeres con maletas y con la pestaña puesta a las puertas de Wad Ras, zona de Poble Nou, casi desierta a esas horas de la tarde un sábado. Frío y excitación durante ... media hora...

Trabajé durante años muy cerca de Wad Ras y veía el edificio diariamente, ventanas con rejas, familiares y amigos, entrando y saliendo del centro, algunos hablando con los internos desde la calle. Al verlo tan amenudo, con frecuencia daba vueltas a un tema complicado de éste, nuestro sistema. Desde el desconocimiento se me dibuja complicado así que si lo conociera más... me imagino que me parecería infinitamente más complicado. ¿Es la cárcel el mejor sistema para rehabilitar unas vidas rotas por circunstancias muchas veces derivadas precisamente de éste, nuestro sistema?, buffff... harina de otro y peliagudo costal...

La primera toma de contacto nos hizo tomar consciencia real de dónde entrábamos. Seguridad y control a tope con reglas y procedimientos ejercidos con seriedad impertérrita. Entramos y dejamos en un despacho nuestra documentación, cámaras y "todo lo que no fuera necesario para la actividad". Nos subieron a la sala de actos, donde iba a tener lugar la actividad. Tras nosotras se abrían y cerraban puertas. Empezaron a llegar las primeras internas para ayudar a habilitar la sala. Y se las fué llamando para avisarles de que había una actividad en la sala de actos, la que quisiera podía acudir. Nos explicaron que en el cento la mayoría de los internos son hombres. Hay unas 160 mujeres y la mayoría están esperando juicio, en régimen preventivo. Nuestra actividad iba dirigida a las mujeres del centro.

También nos comentaron que normalmente si la actividad no interesa, la sala se va vaciando a medida que transcurre el tiempo. No fué así. Aparecieron escépticas, costó un poquito arrancarlas... pero se entregaron después del primer cuarto de hora aproximadamente. Todas las actuaciones fueron aplaudidas con calor al final y durante las mismas. Frases de "cómo he disfrutado", "muy bien, muy bien", cómo me ha gustado", "guapas", "mira, como shakira", "chócala", "qué bonito" ... se oyeron mientras salíamos del pasillo entre actuación y actuación o cuando estábamos en el escenario. Hacia el final, sus palmas acompañando a la música, sus cuerpos bailando la canción que se coreografiaba. Y al salir a saludar al escenario, todas se pusieron de pié para aplaudirnos. Algunas, al salir, emulaban los movimientos que habían visto hacer en las coreografías ;)

Llevábamos tiempo detrás de la idea de una actuación en Wad Ras y todo esto no hubiera sido posible sin la ayuda de Xavier y Mabel. Así que infinitas gracias a los dos.

Los ojalás que habitaban en nuestros deseos matutinos se convirtieron en realidad.
La magia se hizo y fluyó... como no podía ser de otra manera con la danza y la música y con las personas que lo hicieron posible, Naida, Sílvia, Amina, Sònia, Sílvia, Sara, Diana, Daisy, Mónica, Mabel ... érais lo que se dice una "apuesta segura" para crear esa energía. Y cuando algo se vive así, las palabras se quedan cortas... así que espero que a pesar de que éstas no lleguen, sepáis intuir lo contentas que estamos de haber compartido experiencia con vosotras y de que la hayáis hecho posible, como ya es sabido por lo que os conocemos, con tanta ilusión, profesionalidad y compañerismo.